Salvador Martínez, un investigador que nació en un pueblo de Albacete llamado Abengibre, ha descubierto junto a su equipo algo muy importante:
El COVID-19, cuando lo tenía una mujer embarazada, pudo afectar al cerebro de su bebé.
Este científico lleva muchos años estudiando cómo crece el cerebro de los bebés antes de nacer. Gracias a él, ahora sabemos que, si una mujer se embarazó durante el proceso contagioso del COVID-19, su bebé podría tener el riesgo de tener dificultades para aprender o recordar cosas al crecer.
¿Qué pasó exactamente?
El equipo de Salvador analizó cerebros de fetos y encontraron que el virus “COVID-19” podía entrar en partes del cerebro que se estaban formando, sobre todo en una zona llamada hipocampo (zona importante para la memoria).
¡Pero también hay buenas noticias!
Los bebés de madres que estaban vacunadas no mostraron problemas, porque las vacunas protegían al bebé.
No todos los bebés fueron afectados, solo algunos.
¿Por qué es tan importante?
Porque estos niños están empezando el colegio ahora, entonces los niños afectados podrían ser ayudados rápidamente por los profesores.
Salvador dice que aún hay mucho por investigar, pero lo más importante es que estos niños estén protegidos.

